Impresiona que nada más llegar lo primero que se ve es esta espectacular cascada y arriba el pueblo. Para acceder a él hay que subir unas escaleras que poco a poco hay que pararse para ver los diferentes rincones que se ven entre las casas y el agua. En frente del pueblo se ve una formación rocosa, que por su forma se llama el beso de los camellos y entre ellos se puede apreciar el mapa de África. Un lugar a descubrir.
No hay un nacimiento más fotogénico y aparatoso que el del torrente que surge de la cueva del Agua, justo encima de las casas de Orbaneja del Castillo. Una corriente que, nada más ver la luz, atraviesa el pueblo a toda velocidad y se precipita al Ebro en una cascada de 25 metros, brincando y deshaciéndose en mil hebras sobre la musgosa roca tobácea. Todo esto ocurre, para más maravilla, en un recodo del cañón del Ebro, el gigantesco y serpenteante foso de 200 metros de profundidad que ha excavado el gran río ibérico en los páramos calizos del norte burgalés.
Video : Cascada de Orbaneja